Tips for managing shifts successfully
6 ago 2025
Discover the best tips for nurses covering shifts in hospitals. Organization, rest, and adaptation to new environments.

Recommendations on time organization, rest, and adaptation to new environments.
Do you cover shifts in hospitals and feel that each day is a new physical and emotional challenge? Working in shifts can offer flexibility, varied experience, and growth opportunities, but it also involves unique challenges that are often underestimated.
From planning breaks to emotional management in high-pressure situations, every detail matters so you can perform at your best without neglecting yourself. In this article, we have compiled the best tips for nurses covering shifts in hospitals, with the aim of helping you find balance, well-being, and motivation in your daily life.
Whether you are just starting or have been in the profession for years, here you will find practical strategies, real testimonials, and useful resources to make each shift more manageable and enriching.
1. Comprender la dinámica de los turnos hospitalarios
1.1. ¿Qué implica cubrir turnos: tipos y características?
Cubrir turnos en hospitales no es solo cuestión de “estar disponible”, sino de adaptarse a un entorno altamente dinámico donde cada jornada puede ser distinta. Existen varios tipos de turnos según el centro hospitalario, pero generalmente se dividen en:
Turno de mañana: suele comenzar entre las 7:00 y las 8:00 y finaliza sobre las 15:00.
Turno de tarde: habitualmente de 15:00 a 22:00.
Turno de noche: normalmente de 22:00 a 7:00 del día siguiente.
Turnos partidos o prolongados: menos frecuentes, pero comunes en servicios específicos como urgencias o quirófano.
Estos turnos pueden cubrirse tanto por personal fijo como por enfermeras que trabajan de manera eventual o externa a través de plataformas como Livo, que permiten acceder a turnos puntuales en diferentes centros sanitarios, manteniendo una mayor flexibilidad laboral.
1.2. Diferencias entre turnos programados y de última hora
Una distinción clave es si el turno está programado con antelación o se trata de un turno de cobertura urgente. Los primeros permiten una mejor planificación personal, mientras que los segundos exigen mayor capacidad de adaptación.
Turnos programados: se asignan con varios días o semanas de antelación. Suelen estar integrados en calendarios laborales estables.
Turnos de última hora: se publican para cubrir ausencias imprevistas (bajas, emergencias, picos asistenciales). Plataformas como Livo Pool agilizan este tipo de asignaciones.
Cubrir turnos imprevistos puede ser una oportunidad para aumentar ingresos o sumar experiencia en diferentes unidades, pero también requiere habilidades como la gestión del estrés, la rapidez de adaptación y un alto nivel de autonomía.
1.3. El impacto de la rotación de turnos en la salud del personal
Rotar entre diferentes turnos de manera constante, especialmente entre turnos diurnos y nocturnos, tiene consecuencias sobre el reloj biológico, el descanso y la salud emocional. Entre los principales efectos se encuentran:
Alteraciones del sueño y la fatiga crónica
Problemas digestivos por los cambios en los horarios de comida
Desregulación emocional, irritabilidad y menor capacidad de concentración
Mayor riesgo de errores clínicos, especialmente en turnos nocturnos
Una buena planificación, junto con estrategias de autocuidado, puede mitigar estos efectos. Elegir turnos que se adapten a tu cronotipo o ritmo personal es un paso importante para preservar tu salud. Plataformas digitales permiten hoy día una gestión más autónoma del calendario laboral, ofreciendo mayor control y previsibilidad.
2. How to Prepare Physically and Mentally for a Shift
2.1. La importancia del descanso previo
Uno de los errores más comunes es subestimar el impacto del descanso en el rendimiento durante el turno. Dormir bien antes de trabajar, especialmente si es un turno nocturno, es esencial. No se trata solo de “acumular horas”, sino de garantizar un sueño reparador. Algunas estrategias útiles incluyen:
Crear una rutina pre-turno: acostarse a la misma hora y evitar pantallas antes de dormir.
Oscurecer la habitación completamente, sobre todo si necesitas dormir de día tras un turno de noche.
Evitar estimulantes como café o bebidas energéticas antes del descanso.
El sueño de calidad no solo mejora el estado de ánimo y la concentración, sino que también reduce el riesgo de errores clínicos y accidentes laborales.
2.2. Nutrición inteligente antes y durante el turno
La alimentación es tu aliada para mantener la energía y el buen ánimo. ¿Te ha pasado empezar un turno sin haber comido bien y terminar sintiéndote agotada a mitad de jornada? Aquí van algunos consejos prácticos:
Antes del turno: opta por comidas completas pero ligeras (proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables).
Durante el turno: lleva snacks saludables que puedas comer en poco tiempo, como frutos secos, yogur natural o fruta.
Hidratación constante: lleva contigo una botella de agua. La deshidratación es un enemigo silencioso que afecta la concentración y el rendimiento físico.
Evita comidas muy grasas o azucaradas, ya que pueden causar picos de energía seguidos de bajones repentinos, afectando tu estabilidad física y emocional.
2.3. Técnicas de manejo del estrés y la ansiedad
Cubrir turnos en hospitales puede generar ansiedad, especialmente en áreas de alta carga asistencial. Incorporar técnicas simples de regulación emocional puede marcar la diferencia:
Respiración diafragmática: realiza pausas breves para inhalar profundo y exhalar lentamente. Ayuda a calmar el sistema nervioso.
Visualización positiva: antes del turno, imagina una jornada fluida y controlada. Este pequeño truco puede aumentar tu confianza.
Anclajes emocionales: lleva contigo algo que te conecte con un sentimiento positivo (una foto, una frase, un aroma).
Además, muchas enfermeras encuentran útil hablar con compañeras que han pasado por situaciones similares. Compartir experiencias reduce la carga emocional y fomenta un entorno de apoyo mutuo.
Organization and Productivity During the Shift
3.1. Herramientas y aplicaciones que pueden ayudarte
Una buena organización comienza con tener las herramientas adecuadas. Hoy en día, existen aplicaciones y recursos digitales que pueden facilitar mucho la jornada laboral. Algunos ejemplos útiles para enfermeras que cubren turnos son:
Livo App: ideal para gestionar turnos y recibir alertas de nuevas oportunidades laborales. Además, permite generar tu CV y acceder a beneficios como el programa con TaxDown.
Aplicaciones de notas rápidas: como Google Keep o Notion, para apuntar detalles de pacientes o recordatorios clave.
Temporizadores o aplicaciones de gestión de tiempo: ayudan a organizar tareas cuando el tiempo es limitado, usando técnicas como Pomodoro para dividir el turno en bloques manejables.
Estas herramientas no sustituyen la comunicación clínica, pero sí optimizan los momentos de mayor carga, permitiéndote concentrarte en lo verdaderamente importante.
3.2. Establecimiento de prioridades: qué hacer primero
En un turno hospitalario, el tiempo y la energía son recursos limitados. Por eso, saber priorizar es clave. Algunas recomendaciones prácticas:
Evalúa la situación al comenzar: ¿Qué pacientes requieren atención inmediata? ¿Hay procedimientos programados?
Usa listas de verificación por prioridad: organiza tareas en tres niveles: urgentes, importantes y delegables.
Revisa y adapta: al final de cada bloque del turno (inicio, medio, final), haz una breve pausa mental para reajustar prioridades.
Una enfermera organizada no es quien hace todo a la vez, sino quien sabe cuándo hacer cada cosa.
3.3. Comunicación efectiva con el equipo multidisciplinar
La productividad también depende de cómo nos comunicamos. Establecer una comunicación clara, directa y respetuosa con otros profesionales del equipo (médicos, auxiliares, celadores) evita malentendidos y mejora el ambiente de trabajo.
Antes de ejecutar una tarea compleja, verifica protocolos o información relevante.
Usa técnicas SBAR (Situación, Antecedentes, Evaluación, Recomendación) para informar sobre pacientes.
Fomenta el apoyo mutuo: ofrecer ayuda cuando puedas y pedirla cuando la necesites crea un entorno colaborativo.
Recuerda que no estás sola/o en el turno: un equipo bien engranado es más eficiente y comete menos errores.
4. Emotional well-being and self-care
4.1. Reconocer señales de agotamiento y burnout
El entorno hospitalario, combinado con la exigencia emocional y física de los turnos, puede llevar al desgaste profesional o burnout. Aprender a identificar sus señales es el primer paso para prevenirlo:
Sensación de fatiga constante, incluso tras descansar.
Pérdida de motivación o entusiasmo por el trabajo.
Dificultades para concentrarse o tomar decisiones clínicas.
Sentimientos de desapego emocional hacia pacientes o compañeros.
Si te identificas con varios de estos síntomas, es recomendable buscar apoyo: hablar con compañer@s, acudir a un profesional de la salud mental o revisar tu carga de trabajo.
4.2. Microdescansos: cuándo y cómo tomarlos
Puede parecer contradictorio, pero parar durante unos minutos puede mejorar tu rendimiento y tu salud emocional. Los microdescansos son breves pausas (2-5 minutos) en las que te desconectas momentáneamente del ritmo asistencial.
Algunas ideas para aplicarlos sin comprometer tu trabajo:
Sal al pasillo o un espacio sin estímulos para respirar profundo.
Cierra los ojos y escucha una canción relajante o utiliza una app de meditación rápida.
Realiza estiramientos suaves para liberar tensión corporal.
Aunque el ritmo hospitalario no siempre lo permite, planear uno o dos microdescansos durante el turno puede ayudarte a mantenerte más estable y enfocada.
4.3. Cuidar tu salud mental: recursos y estrategias prácticas
Tu salud mental merece el mismo cuidado que das a tus pacientes. Algunas prácticas de autocuidado mental que puedes integrar en tu rutina incluyen:
Terapias breves o sesiones de coaching psicológico.
Escribir un diario emocional para liberar tensiones y reflexionar.
Practicar actividades creativas o deportivas fuera del trabajo.
Limitar la exposición a noticias negativas, especialmente tras turnos intensos.
Además, algunas plataformas como Livo están desarrollando iniciativas de fidelización y bienestar para profesionales sanitarios, reconociendo el esfuerzo que supone trabajar en turnos y reforzando el compromiso con tu salud integral.
5. Flexibilidad laboral y oportunidades de mejora profesional
5.1. Cómo elegir turnos que se adapten a tu estilo de vida
Una de las grandes ventajas de trabajar por turnos es la capacidad de adaptar el trabajo a tus circunstancias personales. Ya sea porque estás estudiando, tienes responsabilidades familiares o simplemente prefieres ciertos horarios, elegir bien tus turnos marca la diferencia.
Consejos prácticos:
Identifica tu cronotipo: Si eres más productiva por la mañana, prioriza turnos matutinos. Si te adaptas mejor a trabajar de noche, planifica tus descansos en consecuencia.
Agrupa turnos estratégicamente: Trabajar varios días seguidos te permite luego tener más jornadas libres consecutivas.
Deja espacio para el autocuidado: no llenes toda tu semana de turnos sin dejar tiempo para ti.
Utilizar plataformas como Livo te permite ver la disponibilidad de turnos puntuales y seleccionarlos según tus preferencias. Así, puedes mantener la autonomía laboral y evitar la sensación de pérdida de control sobre tu agenda.
5.2. Formación continua: compatibilizar estudios y trabajo
Uno de los retos más frecuentes para los profesionales sanitarios es cómo seguir formándose mientras trabajan. La buena noticia es que cubrir turnos también puede facilitar esto si sabes organizarte.
Recomendaciones:
Aprovecha las mañanas o tardes libres entre turnos para cursos online o másteres flexibles.
Consulta la oferta formativa de tu colegio profesional, muchas veces adaptada a quienes trabajan a turnos.
Valora especializarte en un área con alta demanda, como cuidados intensivos, urgencias o salud mental, donde los turnos suelen estar mejor remunerados.
Invertir en tu formación no solo amplía tus oportunidades laborales, sino que también refuerza tu sentido de propósito y satisfacción personal.
6. Consejos prácticos de otras enfermeras
6.1. Tricks that work in practice
Nothing beats advice that comes directly from day-to-day experiences in the hallways of a hospital. Here are some tips shared by experienced nurses:
“I always carry something sweet in my pocket in case the shift lasts longer than expected.”
“I try to thoroughly understand the hospital protocols from day one, so I can move with more confidence.”
“I use my smartwatch to schedule discreet alerts that remind me of key tasks.”
These small gestures can have a big impact on your efficiency, comfort, and confidence during shifts.
6.2. What to avoid to prevent overwhelm
Although it is tempting to accept all available shifts—especially if you are just starting or need extra income—learning to say “no” in time can save your physical and emotional health.
Avoid:
Accumulating more than 4 consecutive shifts without a break.
Covering night shifts without sufficient recovery time.
Denying yourself breaks or meals due to guilt or pressure from the environment.
Remember that your well-being is also a care priority. You cannot take care of others if you do not take care of yourself.
Covering shifts in hospitals does not have to be synonymous with exhaustion or disorganization. With good planning, the right tools, and a conscious attitude towards self-care, you can turn this work modality into a source of stability, learning, and autonomy.
We have reviewed practical advice on rest, nutrition, organization, emotional well-being, and professional development, backed by the experiences of other nurses who live this reality in hospitals throughout Spain.